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HistoriaPolíticaBiografía

Alejandro III, Zar de Rusia (1845-1894).

Zar de Rusia de la dinastía Romanov, nacido en San Petersburgo el 10 de marzo de 1845 y muerto en el palacio de Livadia, en Yalta (hoy en Ucrania) el 1 de noviembre de 1894. Era el tercero (el segundo varón) de los numerosos hijos del zar Alejandro II y de su primera esposa María Feodorovna de Hesse-Darmstadt.

Síntesis biográfica

El imponente Alejandro III fue un zar autócrata que defendió con ardor las ideas paneslavistas. Por esta razón persiguió a los numerosos judíos rusos, impuso la rusificación de los territorios no eslavos de su gran imperio (como Polonia o Finlandia) y promovió la ocupación de los principales puestos en la administración y el ejército por rusos puros (había muchos de origen alemán). Del mismo modo, trató de realizar el gran proyecto militar de sus antecesores: la conquista de Constantinopla, para lo cual no dudó en intervenir activamente en los Balcanes, en especial en Bulgaria. Aliado inicial de Alemania, terminó acercándose y pactando con Francia (1894). También comenzó la construcción del ferrocarril transiberiano e impulsó la industrialización de Rusia.

Militarismo y paneslavismo de Alejandro III

Muy alto y de enorme fuerza física, fue educado de modo militar. Casó en 1866 con Dagmar de Dinamarca, hija del rey danés Cristian IX, con la que tuvo varios hijos: el zar Nicolás II (1868); Alejandro (1869); Jorge (1871); Xenia (1875); Miguel (1878); y Olga (1882). A diferencia de otros Romanov, fue fiel a su esposa toda su vida. Fue zar en 1881, tras el asesinato de su padre (la coronación solemne no sería hasta 1883). Sus primeras medidas fueron las de anular las disposiciones que Alejandro II había aprobado el día anterior a su muerte (que iban a introducir un gobierno parlamentario), y juzgar rápidamente a los asesinos, que fueron condenados a muerte. Rechazó las peticiones de perdón que por motivos religiosos le sugirió el escritor León Tolstoi, y los criminales fueron ahorcados públicamente el 3 de abril. Luego, Alejandro III se preocupó por su seguridad personal, formando una nutrida guardia personal y trasladando su residencia al palacio de Gatchina, a 65 kilómetros de San Petersburgo, que era más seguro al estar rodeado de bosques, convirtiéndolo pronto, además, en una verdadera fortaleza. Lograría desarticular a los principales grupos terroristas, pero siempre con el temor a que la historia de su padre se repitiese con él.

Habiendo recibido una educación militar, era de costumbres austeras, trabajador, ahorrador casi en exceso (en el vestir y en el comer) y detallista. Solía visitar anualmente a su suegro, Cristian IX de Dinamarca, acompañado de su familia. Educado por Konstantin Pobedonostsev, era firme partidario del paneslavismo, sintetizando su ideario en la frase “Rusia para los rusos”. Uno de los pasos que dio en este sentido fue el de perseguir a los judíos, a los que pronto se consideró colaboradores indirectos del asesinato de Alejandro II; miles de ellos fueron asesinados, confiscándose sus bienes. Las leyes de mayo de 1882 limitaron la libertad de movimiento de los judíos, con numerosas prohibiciones (poseer tierra, ocupar cargos administrativos, matrimonios mixtos, libros en hebreo, etc.); centenares de miles tuvieron que dejar el país. Los que se quedaron fueron enviados a los Espacios de Colonización, aislándolos entre sí para asimilarlos.

Otra importante medida nacionalista de Alejandro III fue la intensa rusificación de los territorios no eslavos de su imperio, como Polonia, los países bálticos y Finlandia: se hizo obligatorio el estudio del ruso y se suprimió la autonomía que habían tenido. Los alemanes de diversas partes del país fueron vigilados, y se les prohibió, como a todos los extranjeros, poseer tierras. El zar trató además de dar a los rusos el mayor número posible de puestos administrativos (muchos estaban ocupados por individuos de origen alemán), y hasta dio al ejército un nuevo uniforme de estilo ruso. Prosiguió en pos de los sueños de su padre de dominar los Balcanes y los estrechos del Bósforo y Dardanelos, fijándose con especial atención en Bulgaria, Serbia y Grecia. Como no deseaba una guerra abierta, envió agentes secretos a esos países que se dedicaron a instigar y formar grupos rebeldes. Las dificultades le llegaron a Alejandro III de su primo Alejandro de Battenberg, regente de Bulgaria, que no quiso secundar los planes rusos; los agentes del zar le raptaron y le obligaron a abdicar con amenazas. Si las protestas británicas lograron su liberación, Alejandro de Battenberg renunció entonces voluntariamente, decepcionado; pero el nuevo gobierno búlgaro se negó también a colaborar con Alejandro III. Como sus antecesores, prosiguió la incorporación de territorios asiáticos, y también él tuvo algunas dificultades con Gran Bretaña en Afganistán, en 1885.

Mejoras económicas y nuevas alianzas

En 1888 sufrió un accidente de ferrocarril con su familia, parece que fortuito: el tren en el que viajaba descarriló y se precipitó terraplén abajo; su fortaleza le permitió sostener el techo hasta que su mujer e hijos pudieron salir fuera. Por estos años impulsó la industrialización de Rusia, ayudado de su ministro de Hacienda y Comunicaciones Sergei Witte, para lo que obtuvo grandes préstamos de capital extranjero que permitieron crear nuevas industrias (textil, extracción de minerales como carbón o petróleo) y comunicaciones (el ferrocarril transiberiano). Al mismo tiempo que lo económico crecía la ambición de Alejandro III; Otto von Bismarck, el canciller alemán, se apresuró a firmar con el zar el Tratado de Reaseguro, por el cual los dos países permanecerían neutrales en caso de guerra con un tercero. El tratado, tras ser coronado emperador alemán Guillermo II, no fue renovado en 1890, lo que empujó al zar a firmar con Francia un tratado militar (1894) que dejaba a Alemania y a Austria entre las fronteras de ambas potencias: era el origen de los grandes bloques europeos que desembocarían en la Primera Guerra Mundial.

En 1892, por sugerencia de Witte, había nombrado a su hijo y heredero, Nicolás, presidente de la compañía responsable del transiberiano, tratando de implicarle así en asuntos de estado. Contrario inicialmente, tuvo que darle permiso para contraer matrimonio con Alicia de Hesse, pues en 1894 enfermó de hidropesía y le preocupaba el futuro de la dinastía. Marchó a los aires benignos de Yalta (Ucrania), pero su fin era ya inevitable y falleció el primer día de noviembre. Tenía 49 años. Sus restos fueron trasladados a San Petersburgo y enterrados en la catedral el 19 de ese mismo mes.

Bibliografía

  • BENSIDOUN, S. Alexandre III: 1881-1894. (París, SEDES: 1990).

  • COWLES, V. Los Romanov. (Barcelona, Noguer: 1975).

  • LOWE, Ch. Alexander III of Russia. (Londres, Heinemann: 1895).

  • MOUROUSY, P. Alexandre III et la France. (París, France-Empire: 1990).

  • WARNES, D. Chronicle of the Russian Tsars. (Londres, Thames-Hudson: 1999).

Enlaces en Internet

http://marchif.crosswinds.net/texte/17/17282.html ; Página con datos genealógicos de Alejandro III (en francés).
http://members.surfeu.fi/thaapanen ; Página con información sobre los Romanov (en inglés).
http://www.moscowkremlin.ru/romanovs.html ; Página con diversa información e imágenes sobre los Romanov (en ruso).

Autor

  • Bernardo Gómez Álvarez