Albuerne y Hernández, Antonio (S. XVIII-XIX).
Militar español, cuyas fechas de nacimiento y muerte se desconocen, aunque hay constancia de que era oriundo de La Coruña.
Inició la carrera militar el 15 de marzo de 1807, cuando ingresó como cadete en el ejército. Con motivo de la Guerra de Independecia obtuvo el grado de subteniente de Infantería, accedió al grado de capitán el 24 de mayo de 1811 y a capitán de Artillería el 8 de diciembre de 1813.
En 1817 desempeñó el cargo de secretario de la subinspección del departamento de Artillería de La Coruña; así estuvo hasta el 11 de abril de 1822, en que se retiró, si bien volvió al servicio al año siguiente para tomar parte en la defensa de la ciudad de La Coruña. Fue hecho prisionero por los franceses y llevado a Francia, razón por la cual tuvo que pedir la licencia indefinida en 1824.
En 1833 se encontraba retirado en Sevilla, ciudad desde donde se incorporó al servicio el 9 de septiembre de 1835. Ocupó el cargo de pagador de la Maestranza de Tarragona en 1836. Por alguna causa que se desconoce se vio obligado a ingresar en prisión, pero la sumaria instruída demostró su inocencia, fue puesto en libertad y destinado a Mahón.
Tras obtener el ascenso a coronel (el 14 de octubre de 1846), el 22 de marzo de 1847 fue nombrado comandante de Artillería en Santander. Fue entonces cuando tuvo la idea, que puso en práctica en Santoña, de tirar cohetes de guerra con cañones. El experimento no produjo, según se dice, ningún resultado útil, pero sí originó ciertos contratiempos, debido a lo cual las voces destempladas de la política nacional le conminaron a pedir el retiro. Al año siguiente pidió volver al servicio, alegando que había pasado una enfermedad cerebral de la que ya se encontraba aliviado. La cuestión no queda clara, pues no hay constancia de si efectivamente se trata de un caso de locura, o bien, de un antecedente de la moderna cohetería.
A. G. N.
