Afonso y Naranjo, Graciliano (1775-1861).
Filósofo, poeta y político español nacido en La Orotava (Santa Cruz de Tenerife) el 12 de agosto de 1775 y muerto en Las Palmas, el 18 de agosto de 1861.
Hijo de Cristóbal Afonso, pintor, y de Petra Naranjo, vivió su infancia y primera juventud en La Orotava, teniendo por maestros a su propio padre y a José Acosta, acaso el primero en aficionarle a las lenguas clásicas. El 18 de marzo de 1790 se traslada, como medio pensionista, al Seminario Conciliar de las Palmas.
En 1797, probablemente, se traslada a la Península a estudiar derecho en la universidad de Alcalá, parece que fue en este viaje cuando, apresado su barco por una fragata inglesa, fueron conducidos a Lisboa y liberados por intervención de la princesa Carlota. En 1799 ya es catedrático de Ética y Lógica en el Seminario, aunque vuelve a la Península en 1805 -se supone- y hace escala en Mogador y Arrecife. En 1806 es nombrado catedrático de Filosofía en el Seminario, puesto al que renuncia al año siguiente al ganar una canonjía doctoral.
Ya desde sus años de Alcalá había demostrado decidida inclinación hacia las nuevas ideas filosóficas, lo cual no le impidió ser también un hombre de acción: por lo menos tomó parte en la fuga de la cárcel de su hermano Roberto y otros dos presos, presuntos reos de asesinato de un estudiante. En 1808 la llegada de noticias sobre los sucesos de la Península conmueven a las Canarias, dando gran protagonismo al doctoral, patriota desde el primer día y por consiguiente antiafrancesado. La peste amarilla y el vómito negro inciden en Gran Canaria en 1811, le permiten demostrar sus virtudes. De tal forma que está siempre en el centro de la vida de las islas: ante la pretensión de muchos de crear una nueva diócesis en Tenerife, él se muestra antidivisionista, alegando principios jansenistas. Este problema, entre otros. le enfrentaría con Cristóbal Bencomo, y está vivo todavía cuando Afonso en 1821 es elegido diputado por Canarias.
Aparte de la unidad del Obispado, se mostró en Madrid partidario de las Sociedades patrióticas, y pistoyano, y formó parte de la Comisión Eclesiástica de la Cortes encargada del arreglo definitivo del clero en España. Según una lista del Archivo General de Palencia usó el nombre masónico de Molay. En noviembre de 1823 comenzó su destierro, que después de pasar por las Palmas, le llevó a los Estados Unidos -al parecer-, Venezuela, Trinidad y Puerto Rico. Estos años americanos serán años de intensa creación poética, bucólica y prerromántica. Regresó en 1838, originando un nuevo pleito al reclamar sus haberes atrasados, pero demostrando su categoría en la nueva epidemia de fiebre amarilla que se abatió sobre las Islas. Hasta su muerte mantuvo siempre el más acendrado regalismo, y con él, como dice Armas Ayala, desapareció el último representante del regalismo en Canarias.
Bibliografía
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Archivo General de Palencia. Papeles reservados, 87.
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ARMAS AYALA, Alfonso: Graciliano Afonso, un prerromántico español. La Laguna, 1963.
